Una nueva Etapa

Julio, luego de medio año cargado de muchas emociones, comienza el verano, ¡oh! el verano. Y con él un nuevo plan de vida, una nueva etapa.

He vivido en España durante casi ocho años, y todos los años mínimo me he mudado una vez (la vida me estaba preparando para este momento, y no me lo había consultado), ya que siempre estuve buscando un lugar mas económico, mejor situado, con nuevos compañeros de piso, porque me cambie de carrera, porque tenia un amor y tuve que mudarme de ciudad. Llegar a verano era la pesadilla, ¡había que mudarse!, y este año no iba a defraudar, aunque de una manera diferente, este año simplemente resumo todos los casi ocho años aquí a una mochila y me largo a darle la vuelta a la manzana; ¿acojona leerlo cierto?, imagina hacerlo.

El plan es el siguiente: ¡no hay plan!
El dinero es el siguiente. ¡no hay dinero!

De pequeño siempre escuchaba un cuento/noticia que decía papá y que no se si es cierto, pero de alguna manera me encantaba (quizás era una señal del futuro):

Un hombre con una familia, una casa, una vida estable, salio a comprar el periódico y pan un domingo por la mañana y nunca regresó, años más tarde se enteraron que el hombre se había ido a viajar sin decir nada a nadie.

Aunque parece bastante desalmada la idea, ahora que he crecido, lo he meditando con detenimiento, y creo que lo que más temía ese hombre era la opinión externa de su idea principal, esa opinión de personas que no han experimentado el hecho de viajar con todas las letras de la palabra, esa opinión social que va como una nube negra, un enjambre de abejas, una plaga arrasando todo a su paso; así es la idea triste y vaga que la sociedad en general tiene de irse a viajar sin más por el mundo, sin rumbo ni destino, solo con unas pautas y unas ideas. Una sociedad que te siembra miedos, sus miedos, y sus justificaciones de porque no viajaría, sus moralidades basadas en personas que nunca salieron de la caverna. El pobre hombre no pudo aguantar más el cautiverio quizás.

En vista de que no hay un plan trazado ni dinero, se preguntaran: ¿Entonces que hará?
Cuando digo que no hay plan es porque no hay un mapa cerrado con rutas prefabricadas, y destinos que alcanzar, no hay ninguna persona esperándome al otro lado del camino que yo conozca y haya pactado encontrar; lo que si hay es un mapa enorme al cual explorar, hay miles de caminos que tomar, muchas personas a las que conocer, muchos sofás que surfear, y muchos trabajos temporales que me pueden aportar el ingreso suficiente y necesario para ir al siguiente pueblo.

Y aquí es cuando entra el tema del dinero, ese tema que todos dicen: este tiene que ser rico, esta bañado en oro, roba, o algo; el itinerario del dinero comienza con algo que le llaman «La vendimia Francesa», dicen las lenguas que hay zonas a lo largo y ancho del territorio francés donde la gente se va al campo a recoger uvas, ¡si! uvas, y no estamos en la edad media, pero el vino tiene que venir de algún lado ¿no? Pues, allí es mi primera parada, y donde pienso buscar mi primer trabajo para comenzar a reunir y así continuar el viaje, donde pienso encontrar esas experiencias que comiencen a enseñarme a vivir, y prepararme para el futuro, allí comenzará lo que llamaré mi segunda etapa universitaria, pero esta vez en la universidad de la vida.